Nadie ha quedado indiferente frente al anuncio del Gobierno de reducir las horas de historia, medida que se vería justificada en el aumento de las horas de estudio de lenguaje y comunicación, ello por supuesto, en desmedro del estudio de la Historia. Señala el gobierno que, esto permitiría a que los alumnos tuvieran mayores horas de lectura y con ello, mejoraran su razonamiento lógico para lograr una mejor educación.
Nosotros, como representantes de la Fraternidad Juvenil Alfa Pi EpsIlon, institución de estudio y acción, cuestionamos firmemente la medida adoptada por el Gobierno. En efecto, consideramos en primer término, que dicha medida no contribuye a un mejoramiento real y efectivo de nuestra alicaída educación, se trata tan sólo de un ejercicio cuantitativo, en el cual se aumentan horas de una asignatura en desmedro de otra, sin que ello garantice en forma alguna una real mejoría de nuestra educación. Se trata entonces, de una medida que modifica la forma, pero que no soluciona el fondo del asunto. No olvidemos que, según las encuestas, el 60% de los chilenos no lee libros de ningún tipo, y que además poseemos una escaza comprensión lectora. Cabe preguntarse entonces, ¿es esta la solución?
Por lo demás, creemos que eliminar horas de historia constituye un grave perjuicio para nuestra sociedad. Nuestros ciudadanos necesitan reconocer sus origines, conocer sus procesos pasados, entender el presente y poder proyectarse a futuro. Debemos tener la capacidad de reconocer al ser humano como un ser histórico, potenciando sus aciertos y aprendiendo de los errores pasados. Ello permitirá, que los distintos grupos sociales puedan sentirse identificados y representados. En este mismo sentido, la ya deficiente educación cívica de nuestros ciudadanos se vería acrecentada con esta medida, lo que como consecuencia directa nos llevaría a la elección de una deficiente clase política.
No olvidemos también, que la educación no es un producto que podamos entregar en forma absoluta al libre mercado sin ningún tipo de regulación, no culpemos simplemente a los profesores por la calidad de la educación chilena, preocupemos también por la formación que le estamos entregando a estos profesionales, quienes se encuentran encargados de entregar educación en nuestro país, un derecho fundamental garantizado en nuestra Carta Fundamental.
La Fraternidad Juvenil hace suya la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tiene como uno de sus principios fundamentales el libre examen, por lo cual considera sumamente importante el acceso de todas las personas a la información. Por tanto, en relación a la reducción de las horas de Historia en nuestras aulas, declara:
1.- Que la Fraternidad Juvenil Alfa Pi Épsilon no se encuentra conforme con la medida adoptada por el gobierno.
2.- Que creemos que esta medida no contribuye en nada a mejorar la calidad de nuestra educación, muy por el contrario, podría generar problemas en la forma en la cual nuestros ciudadanos enfrentan y entienden la vida en su contexto social.
3.- Que la Fraternidad Juvenil Alfa Pi Épsilon, hace un llamado a los entes respectivos, a fin de que busquen soluciones efectivas para el problema educacional de nuestro país.
Fraternalmente,
Florencia Cillero.
Presidenta Nacional
Manuel Ríos. Nancy Alfaro.
Ayudante Nacional Secretaria Nacional.
Miguel Novoa Tomás Vásquez
Tesorero Nacional Relacionador Público Nacional