Fuera de las razones políticas, las cuales no son comprobables y nunca lo serán pues es sólo convicción de la palabra y esta puede ser corrompida, al igual que quiénes dicen defender nuestros bienes y derechos, existen datos duros que son irrefutables para repudiar y rechazar proyectos de la envergadura de HidroAysén.
HidroAysén generará energía para la grandes mineras abastecidas bajo el alero del SIC, no para el uso ciudadano, ello se evidencia tanto en la baja del precio de la energía eléctrica actual como las otras fuentes energéticas menores o renovables que sí bastan para abastecerles, representando el 21% del consumo eléctrico; abordable por estas.
Chile no tiene agua en Aysén, pues los derechos de agua en esa zona no son bienes públicos, sino privados; así que el agua no es pública, sino privada, vendida para el usufructo de unos pocos.
Presentar el proyecto de generación eléctrica de este tamaño sin la línea de transmisión que le llevará al SIC es una bofetada a la inteligencia de los técnicos quienes realizaron los estudios de impacto ambiental en la zona; a los parlamentarios que deben velar y salvaguardar los bienes, opiniones e integridad de sus representados y de la comunidad; la sociedad toda pues es engañada descaradamente al presentar un proyecto como dos con tales aprehensiones ambientales.
Proyecto HidroAysén no sólo inundará tierras vírgenes en la Patagonia Chilena, sino significará la tala de más de 1800 kilómetros de bosques nativos, apertura de caminos en tierras jamás tocadas por el hombre, traslado de maquinaria, apertura de puertos y movimiento de tierra que generará contaminación ambiental adyacente, siendo este tendido de esa longitud y considerando los 100 metros de ancho de este, la zona a talar es astronómica; preguntándose ¿Qué se hará toda esa madera de bosque Nativo?. Es inimaginable el considerar siquiera inundar parte, aunque sea una fracción, de parques nacionales, fragmentar otros o dividir reservas nacionales en aras del crecimiento económico; ello es ignorar el por qué se crearon en primer lugar y es obviar la legislación que les protege pues deberán desafectarse para que las líneas de transmisión, con torres de 65 metros, puedan pasar por allí.
Este trazado considera además el paso por zonas y territorios de comunidades autóctonas, Mapuches que han luchado toda su vida por un terreno olvidado de Chile que nuevamente se les será usurpado, con la venia de las diversas instituciones que les resguardan, como la CONADI.
Socialmente, el proyecto ha mostrado una desaprobación que alcanza más del 60%, con simpatizantes en todos los sectores políticos y sociales, demostrando ser un tema país que no ha sido abordado como tal tanto por la legislación Chilena como por quiénes gobiernan actualmente y rigen los destinos de un país. Es un verdadero crimen ecológico, social y medio ambiental la ejecución de este proyecto no sólo por las miles de aprehensiones y objeciones hechas y aún no corregidas por parte de los presentantes, Endesa y Colbún, sino por que las riquezas generadas a partir de ellas no serán en beneficio de las personas, sino de privados quienes usufructuarán por años con bienes obsequiados por el Estado de Chile a sus manos.
Finalmente, la mesura y la conciencia, así como la expectativa de futuro y el bien común; el valor de la tierra y su contenido patrimonial, una vez más han caído e ignorado a favor del dinero y los bienes de pocos.
Apelemos a la conciencia y a la responsabilidad de salvaguardar un obsequio de la naturaleza a todos los Chilenos, Chilenos que no han sido involucrados en un Tema País y que observan atónitos cómo sus bosques y su agua es una vez más hurtada de sus manos y devueltas con nada; absolutamente nada.
Manifiesto Leído hoy martes 10 de Mayo en Plaza Independencia de Concepción y expuesto por Radio Bio Bio.
Saludos a Todos y gracias por su tiempo de lectura.
Phillip Farnsworth
Concepción 2011.