La construcción de un movimiento ciudadano laico, inclusivo, propositivo y dialogante fue una de las principales conclusiones de los asistentes del encuentro, que centraron su mirada en el conflicto estudiantil.
Con la idea de reflexionar sobre el rol que le compete al laicismo en la educación y sociedad chilenas, se realizó la Primera Asamblea Ciudadana Nacional del Librepensamiento por la Educación, que contó con la participación de miembros de la Fraternidad Juvenil Alfa Pi Épsilon (APE), del Departamento de Acción Masónica (DAM) y el Instituto Laico de Estudios Contemporáneos (ILEC 21).
La jornada estuvo marcada por la charla sobre “Laicismo y Educación Laica”, a cargo del profesor de la Universidad de Chile, Sergio Aliaga Matus, quien motivó a los asistentes a generar las bases para el reposicionamiento del laicismo en nuestro país, con propuestas concretas frente a las demandas sociales y dilemas éticos actuales.
El trabajo de comisiones versó sobre temáticas como la educación laica en los establecimientos; la viabilidad de un movimiento laico preponderante y participativo; la responsabilidad de las instituciones laicas frente al avance de instituciones religiosas en la educación; el laicismo como herramienta de lucha frente a la desigualdad social; y la construcción “política” del laicismo para una re-evolución social.
Las conclusiones, expuestas por miembros de la Fraternidad Juvenil APE en el plenario, coincidieron en que la diversidad de visiones frente al laicismo, nos lleva como jóvenes libre pensadores a abrir mayores espacios para la práctica del espíritu crítico y el debate de ideas. Para ello se propuso como necesario aunar criterios en torno al laicismo y su implicancia en ‘lo público’ y el Estado, con la elaboración de políticas públicas que eviten la segregación social con un impacto mayor en la educación, que es la base fundamental de la formación de ciudadanos.
También se acordó avanzar en esta línea con un enfoque territorial, replicando las instancias de diálogo en regiones, que logren construir un lenguaje común y que nos permitan extender el laicismo como movimiento ciudadano, no necesariamente institucional, con la conformación de líderes de base.
En la oportunidad además, la Directiva Nacional de la Fraternidad Juvenil Alfa Pi Epsilon hizo un llamado a la ciudadanía a considerar el Laicismo como pilar fundacional de la democracia y base estructural de una reforma al sistema educativo, entendiendo que la “libertad de conciencia es un elemento sustancial de los ciudadanos que están en formación”.