Tras los lamentables hechos acontecidos en la región de la Araucanía que concluyeron con el fallecimiento de Camilo Catrillanca y entendiendo que el denominado “conflicto Mapuche” es un tema de opinión pública sensible, es que la Fraternidad Juvenil Alfa Pi Épsilon, por intermedio de sus Directores y Representantes, expresa que:
- La Fraternidad Juvenil Alfa Pi Épsilon considera que los fines no justifican los medios y, por el contrario, los medios ilícitos denigran los objetivos perseguidos. La violencia no puede generar una democracia verdadera. Rechazamos el uso arbitrario de la violencia, cualquiera sea su origen y su forma. Y, por tanto, se reconoce como método de lucha política sólo cuando se han superado absolutamente todas las formas pacíficas de defensa de la vida humana.
- La Fraternidad reconoce el aporte de todos los grupos componentes del acervo cultural nacional y, consecuentemente con esto, se declara favorable al rescate y reivindicación de la identidad, derechos sociales, desarrollo económico y derechos territoriales de nuestros pueblos originarios, haciendo propia la declaración del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes.
- Atendiendo a lo antes descrito, manifestamos nuestra preocupación e indignación ante la militarización en el territorio de la Araucanía y el asesinato de Camilo Catrillanca, comunero mapuche de 24 años, que muere de un disparo en la cabeza producto de la intervención territorial del grupo táctico de Carabineros denominado“Comando Jungla”.
- Enviamos nuestro apoyo y solidaridad a la familia, cercanos y a toda la comunidad.
- El pueblo mapuche ha sido víctima de una situación de violencia que no ha logrado ser abordada en su total dimensión por las políticas públicas. La gran inversión realizada por el Gobierno Central de nuestro país en el Wallmapu da señales claras de que hay un tema político de preocupación para nuestras autoridades. El enorme gasto realizado para intervenir en el denominado “conflicto mapuche” este año procura demostrar el interés de “solucionar” la demanda histórica que emana desde el pueblo Mapuche. Sin embargo, cuando a una de las regiones más pobres del territorio nacional, se le inyectan recursos para exuberantes gastos armamentistas, dejando de lado las necesidades esenciales que se manifiestan en el territorio, como las falencias educativas y de salud latentes en la zona de la Araucanía, detonan en actos de violencia como el recientemente visto en la localidad de Ercilla, actos que se hacen públicos y debatibles debido a la lamentable muerte del joven Camilo Catrillanca.
- Rechazamos la toma de decisiones desproporcionadas que se realizan a nivel central por nuestras autoridades, quienes han utilizado como política de estado la violencia hacia el pueblo Mapuche y sus respectivas comunidades, observando cómo un grupo de preparación militar de élite irrumpe en sus territorios sin medir que en estas comunidades viven menores de edad y personas de la tercera edad.
- Las decisiones políticas acarrean consecuencias políticas, sin embargo, cuando hay una muerte de por medio, esa decisión política violenta, viene a incitar al odio y a la violencia, dos sensaciones que nuestras autoridades nacionales deberían aislar de la sociedad. Lo antes descrito se incentiva más aún cuando la autoridad, regional y gubernamental, justifica el accionar militar sosteniendo que se estaba frente de un “delito común”.
- Instamos a que se investigue y que se determinen las circunstancias y las responsabilidades sobre tan indignante hecho. Exigimos que este hecho no quede impune y que este tipo de allanamientos masivos se detengan a la brevedad.
- En definitiva, manifestamos nuestro repudio al violento allanamiento armado a la comunidad de Temucuicui y a las medidas implementadas por la autoridad que terminaron con el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca. Ante hechos de tal gravedad, recordamos que los integrantes de nuestra Fraternidad vivimos insertos en la realidad y no podemos permanecer incólumes ante la injusticia.